Los dientes tienen un papel fundamental a lo largo de nuestra vida. Nos ayudan a masticar, digerir alimentos y afectan al habla y pronunciación de sonidos.
En los seres humanos, la erupción de los dientes se produce dos veces:
La dentadura primaria (llamados dientes de leche): se forma mientras el bebé aún está en el útero y empieza a ser visible a partir del sexto mes. Luego se mantiene hasta aproximadamente los 12 años, cuando empieza a ser sustituida por la dentición permanente, que nos acompaña durante toda la vida.
La erupción dental en los niños es uno de los momentos más complicados de sus primeros años, y uno de los episodios más complicados de los padres.
Es una época en que el niño siente malestar, y llora mucho y durante mucho tiempo, de manera continua, porque es su manera de expresar ese malestar.
Por eso para muchos padres detectar el inicio de esa erupción causa cierta angustia, especialmente cuando se trata de su primer hijo, porque creen que su bebé siente dolor, aunque no siempre es así.
SÍNTOMAS ASOCIADOS CON LA ERUPCIÓN DENTAL PRIMARIA
Por suerte, no es algo que llegue sin avisar. La erupción dental en niños viene precedida y acompañada de varios “síntomas”, algunos de ellos directamente relacionados con la salida de los dientes y otros simplemente coincidentes en el tiempo.
Los principales síntomas de la erupción dental en niños son los siguientes:
FIEBRE
Cuando los dientes empiezan a salir, la encía está cerrada. No hay un agujero para que el diente pase por él , y la tensión que hace la pieza dental al atravesar la encía causa una inflamación y algo de dolor.
Ese dolor puede provocar algo de fiebre, pero no deberían ser más que unas décimas, si pasa de 38 grados podría deberse a otra cosa y un médico tiene que evaluar la situación.
Esto es, al menos, lo que se suponía hasta hace poco. Hoy en día la Academia Americana de Pediatría no considera que sea una consecuencia de la erupción dental, sino algo que coincide con esta, sin más.
SALIVACIÓN EXCESIVA
Tragar saliva es una función natural pero, al igual que darse cuenta de cuando toca ir al baño o pedir comida cuando se tiene hambre, es algo que se tiene que aprender.
Los bebés aún no saben hacerlo y cuando les salen los primeros dientes salivan mucho y lo llenan todo de babas. A ellos no les molesta, porque la saliva alivia la irritación de las encías, pero para los padres es una señal de que algo está pasando.
ENCÍAS ENROJECIDAS
Como dijimos anteriormente, la erupción de los dientes de leche causa que las encías se inflamen, y uno de los síntomas de las encías inflamadas es el oscurecimiento de las mismas.
Así que si vuestro bebé tiene las encías rojas es posible que le estén saliendo los dientes.
PROBLEMAS DIGESTIVOS
Hay afectación del sistema digestivo, a veces con vómitos y diarrea. No es que sea exactamente debido a la salida de los dientes, pero sí está relacionado con ello.
El sistema digestivo de los bebés es muy frágil: todo le afecta. La salida de los dientes causa un estrés al cuerpo y este reacciona alterando sus funciones vitales.
Las heces pueden cambiar su composición y es importante que el niño beba mucha agua para que la orina no espese.
ERITEMA DE LAS NALGAS
Otro de los síntomas que algunos expertos relacionan directamente con la erupción de los dientes mientras otros consideran que solo son coincidentes en el tiempos es el eritema de las nalgas, también llamada dermatitis del pañal.
Se trata de una irritación de la piel del bebé, que se caracteriza por un enrojecimiento y un aumento de la sensibilidad en la zona del pañal (glúteos, muslos y genitales).
En realidad puede darse a cualquier edad y su causa es la humedad y el roce, pero es más frecuente en bebés entre los 6 y los 12 meses de edad.
OTROS SÍNTOMAS ASOCIADOS
También suelen darse cambios de humor, variaciones en el apetito o alteración de los ritmos del sueño.
En realidad toda esta sintomatología puede deberse también a los cambios en la alimentación del niño, ya que la aparición de los primeros dientes de leche coincide casi siempre con el inicio del destete del bebé.
A medida que la leche va cediendo terreno ante potitos y papillas y, posteriormente, ante los alimentos sólidos, el estómago trabaja más, las heces y la orina cambian su composición y eso puede repercutir en un mayor esfuerzo para hacer caca. Todo ello tendría una relación directa con los cambios de humor.
En todo caso, esté o no todo esto realmente relacionado con los dientes, la coincidencia temporal de estos síntomas sirven para avisar a los papás de que la dentadura primaria está a punto de hacer su aparición.
¿QUÉ HACER SI A TU BEBÉ LE ESTÁN SALIENDO LOS DIENTES?
Una de las principales preocupaciones de los padres ante la salida de los dientes es aliviar las molestias del bebé y lograr que esté más cómodo y deje de llorar.
Para ello, existen varios métodos que pueden combinarse entre ellos. Los más eficientes son los siguientes:
APLICAR FRÍO
Uno de los más eficaces es aplicar frío en la zona aunque, al tratarse de bebés, no es recomendable recurrir al hielo, que podría quemarle la piel.
Por suerte, hay otras opciones, más o menos adecuadas según el caso y según si los padres prefieren tirar de sabiduría popular o de artilugios más modernos.
Para los primeros, lo mejor es probar enfriar una cucharita y ponerla directamente en contacto con la encía unos segundos.
También podéis optar por darle al niño alimentos que estén fríos, como trocitos de fruta o pan que haya estado en la nevera un rato, aunque en esto hay que ser precavido, porque el bebé podría atragantarse.
Por eso una buena opción es dejarle mordisquear una zanahoria fresquita, que es larga y la podéis sujetar por el otro extremo para evitar accidentes
Para los más partidarios de la tecnología moderna, existen mordedores que contienen un líquido que se puede enfriar.
MASAJEAR LA ENCÍA
Una ligera presión en la zona dolorida suele ayudar a calmarlo, por lo que tocar levemente la encía con el dedo o que el bebé mordisquee algo blandito puede relajarlo.
Si quieres potenciar los efectos beneficiosos del masaje puedes hacerlo aplicando un gel específico, o usar extracto de vainilla, que tiene un efecto calmante y que además puede aliviar la salivación y los desajustes intestinales.
En todo caso, la mejor medida que podéis tomar para afrontar la erupción de los dientes de vuestro hijo es la paciencia.
Es un proceso natural por el que todos pasamos y que no suele tener complicaciones. Y recordad que es bueno llevar al niño a revisión con un odontólogo en cuanto le salen los dientes para empezar a controlar la salud bucodental.