dolor orofacial

¿Qué es el dolor orofacial?

El dolor orofacial es un trastorno muy molesto que puede afectar la cara y la cabeza. Este problema puede estar asociado a algunas enfermedades dentales, aunque las causas suelen buscarse en otros lugares.

Dolor orofacial

Entendamos el dolor orofacial 

El dolor orofacial se define como aquella condición dolorosa relacionada con los tejidos blandos y duros de la cabeza, cara, cuello y cavidad bucal. Se caracterizan por su cronicidad. 

Los dolores son de varios orígenes: trastornos temporomandibulares, disfunción lingual, neuralgia del trigémino, etc.

Dolor orofacial: Neuralgia trigeminal

Se caracteriza por un dolor paroxístico y significativo (comúnmente asociado a la sensación de «choque eléctrico»). Hay dos formas:

  • Clásico o idiopático, depende del contacto del nervio trigémino con un vaso intracraneal.
  • Sintomático, causado por esclerosis múltiple, placas de esclerosis múltiple en puntos particulares del sistema nervioso central, o por tumores craneales.
  • Las primeras suelen ser comunes en personas de edad avanzada (a partir de la sexta década de la vida), las formas sintomáticas también afectan a pacientes jóvenes.

El diagnóstico es puramente clínico, es decir, no existen pruebas específicas para identificar la enfermedad. Actualmente, los medicamentos tienen una eficacia extremadamente alta.

Dolor orofacial: Disfunción lingual

La disfunción lingual es uno de los dolores orofaciales. Esto define la condición en la que la lengua se mueve incorrectamente durante el habla, la masticación y la deglución. Los síntomas de este tipo de trastorno son:

  • Migrañas.
  • Dolores de cuello.
  • Síndrome de boca ardiente.
  • Bruxismo y ronquidos nocturnos.
  • Molestias al tragar.
  • Dolor en la mandíbula (apertura limitada).

Dolores temporomandibulares

Los trastornos temporomandibulares afectan los músculos de la masticación y las articulaciones temporomandibulares. Las causas del dolor temporomandibular son:

  • Trauma.
  • Enfermedades sistémicas (lupus eritematoso, enfermedad de Lyme, neoplasias).
  • Maloclusión.

¿Cómo te afecta el dolor orofacial?

El dolor orofacial puede afectar la cara, la cabeza, el cuello o el interior de la boca y se refiere a una rama de la odontología que se especializa en el diagnóstico y tratamiento del dolor no dental. 

Esta condición está asociada con algunos trastornos, entre los cuales los más frecuentes son los musculoesqueléticos y en particular los temporomandibulares.

Que involucran las articulaciones responsables del movimiento de la mandíbula y también afectan los músculos que permiten masticar y hablar, así como así como otras estructuras asociadas.

Síntomas del dolor orofacial

El dolor orofacial afecta más comúnmente a las mujeres, aunque alrededor del 5% al 12% de las personas pueden desarrollar trastornos de la articulación temporomandibular.

Una de las manifestaciones de esta patología es el dolor miofascial, por lo que el dolor se localiza en una parte del cuerpo distinta de donde se origina: en este caso hablamos de “dolor referido”.

Si el paciente, por ejemplo, tiene dolor de muelas sin una causa relacionada, podría ser «referido» por otros músculos de la cara o la cabeza.

Otro tipo de dolor orofacial es la neuralgia del trigémino. En este caso, el dolor es breve, agudo, punzante e intenso y puede ser causado por acciones normalmente inofensivas, como tocarse ligeramente la cara, cepillarse los dientes, hablar, masticar o afeitarse.

El síndrome de boca ardiente es otra forma de dolor orofacial, que implica una sensación de ardor en la boca y, con frecuencia, también en la lengua.

La migraña localizada en la cara también puede confundirse con dolor dental o facial, mientras que suele ser un síntoma de trastornos de la articulación temporomandibular y dolor de cabeza, que pueden presentarse simultáneamente y provocar un aumento de la intensidad o una cronicidad del problema.

Atención medica para el dolor orofacial

En general, el dolor es una experiencia personal, muchas veces complicada de explicar. Sin embargo, es muy útil para los médicos saber dónde se localiza, si está siempre presente o es intermitente, su duración y los síntomas asociados. 

Describir el dolor también puede ayudar a comprender sus causas: por ejemplo, si el dolor es similar a una descarga eléctrica, es posible que haya una afectación nerviosa.

Si por el contrario el dolor se presenta al abrir la boca, o al masticar o hablar, podría tratarse de un trastorno de la articulación temporomandibular.