Entendemos como cóndilo, aquella parte de un hueso que cuenta con una forma circular y tiene la función de fusionarse con otra estructura ósea.
Por tanto, el cóndilo es la cabeza o protuberancia redondeada que se ubica en la extremidad de un hueso que, a su vez, encaja en el “hueco de otro hueso” para formar una articulación.
El cóndilo mandibular es uno de los ejemplos más conocidos de este tipo de hueso que se encuentra en ambos lados de la mandíbula y que se articula con el hueso temporal para formar la ATM, también conocida como articulación temporomandibular.
¿Qué es el cóndilo mandibular?
Definiremos el cóndilo mandibular como la parte de la mandíbula que se articula con el cráneo. Entre las principales particularidades del cóndilo mandibulares, destacaremos que cuenta con una superficie convexa en sentido anteroposterior y ligeramente convexa en el sentido transversal.
Es posible que la definición haya sido demasiado técnica, por lo que aclararemos que estamos ante una fracción del hueso que une la mandíbula con el cráneo; por lo que el cóndilo mandibular cuenta con una importancia clave en la salud.
Partes del cóndilo mandibular
Continuamos hablando acerca de las características que presenta el cóndilo mandibular y lo hacemos mencionando las distintas porciones en las que se encuentra dividida: cabeza, cuello y fosa pterigoidea.
El cuello condilar es la porción ósea que tiene la función de separar la parte craneal, que destaca por estar bien definida gracias a su mayo tamaño.
Por su parte, la cabeza del cóndilo destaca por tener una forma ovalada y cuenta con unas dimensiones aproximadas de 20 mm de diámetro transversal y unos 10 mm de diámetro anteroposterior.
En último lugar, conviene aclarar que el cóndilo mandibular cuenta con dos significativas protuberancias laterales, conocidas como lóbulos lateral y medial. Su función es la inserción de los ligamentos colaterales discales.
Problemas comunes relacionados con el cóndilo mandibular
Es momento de conocer las diferentes patologías que afectan al cóndilo mandibular, siendo la hiperplasia del cóndilo mandibular una de las situaciones más comunes.
Se trata de una patología de origen desconocido que se caracteriza por el crecimiento acelerado o persistente del cóndilo.
La hiperplasia del cóndilo mandibular trae consigo una serie de consecuencias y que se reflejarán en la salud oral del paciente, siendo la maloclusión por mordida cruzada una de las consecuencias más comunes entre aquellos pacientes que sufren esta enfermedad. Además, se puede producir problemas relacionados con la asimetría facial.
La ATM puede causar todo tipo de dolores que no solamente afectarán a la salud oral del paciente, sino que también pueden provocar dolores de cabeza o en la mandíbula.
Por ello, es recomendable acudir regularmente al especialista, para que compruebe que no existe ningún problema relacionado con la articulación temporomandibular.
Considerando la importancia de la ATM en la salud oral, no es extraño que cada vez tengamos a nuestra disposición una mayor variedad de tratamientos y que tienen como objetivo solucionar cualquier problemática que afecte a esta articulación, siendo el cóndilo mandibular una de las partes de la ATM que más problemas ocasiona.
Como ya hemos indicado anteriormente, la mejor alternativa que tenemos para prevenir cualquier patología relacionada con el cóndilo mandibular, es acudir regularmente al especialista, dado que cuenta con herramientas y recursos para poder prever cualquier problema en un futuro.
Es muy posible que, hasta ahora, desconocieras la existencia del cóndilo mandibular, sin embargo, hemos demostrado en este artículo que se trata de un elemento fundamental de nuestro cuerpo y que cuenta con una función esencial.
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